San Miguel Arcángel pesando las almas en el Juicio Final

jueves, 7 de noviembre de 2013

Experiencias del Infierno (I)



Las siguientes son experiencias del Infierno vividas por un alma en oración, en nuestros días, transcriptas literalmente. 
No despreciemos los llamados de atención que nos hace el Cielo, porque son para nuestro bien. Recordemos lo que nos dice la Sagrada Escritura: "Medita en las postrimerías y no pecarás jamás" (Ecl 7, 40).


Experiencia a.

"Me dormí en la noche. Me ví por el pasillo de entrada a casa. Me dirigía hacia el jardín. La puerta del frente se abrió o la abrí. Llamaradas inmensas de fuego salían desde abajo hacia arriba. No les veo el comienzo, ni el final. La puerta no se quema, tampoco está caliente. Yo no me quemo. No soy introducida en las llamas. Pero permanezco ahí observando. No sentí miedo en ese instante. Me dí la vuelta para ir hacia adentro. Apareció alguien (vestido) de blanco. Su cara es espantosa. Sí sentí miedo o impresión (lo cual perdura) hasta hoy. Luego no sé qué pasó.

Experiencia b.

"Caía boca abajo en una especie de espiral. No le veo el fin. En las paredes de este espiral, hay como unas celdillas o huecos. Parece una a la par de la otra. Salen sonidos o gemidos o quejidos espantosos. El color es marrón claro, la consistencia parece barrosa. El lugar es iluminado por el resplandor de fuego. Grito al caer. Luego no sé qué pasó. ¡Bendito sea Dios clemente y misericordioso!".

Experiencia c.

"Me ví en un lugar, grande, inmenso. Ni comienza hacia abajo, ni termina hacia arriba (yo al menos no lo veo). Están las celdillas. Una a continuación de la otra. Una cornisa o un caminito angosto comunica por fuera de las mismas. Estoy suspendida ahí. En ese camino hay dos seres, están vestidos de gris claro (no son como aquí), están controlando una de las celdillas. Yo soy una extraña en ese lugar. Luego no sé qué pasó".

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