San Miguel Arcángel pesando las almas en el Juicio Final

martes, 24 de marzo de 2020

Primer muerto por Coronavirus asistió a concierto con Ritual Satánico



Más de 20,000 personas se dieron cita en el concierto de la banda sueca de metal "Ghost", al que acudió el primer fallecido por coronavirus en México.

El concierto tuvo lugar en El Palacio de los Deportes en la Ciudad de México y se realizó el pasado 3 de Marzo, aunque más que un concierto, la presentación se trató de una especie de ceremonia ritual donde ungieron a un "cardenal satánico" como el "papa satánico" Eméritus IV.

La banda había tenido ya tres integrantes que eran presentados como "cardenales satánicos" que fueron "ungidos" como Papa, y este fue el cuarto, "entronizado" en la Ciudad de México.

Esta banda sueca fue formada en 2010, aunque ya había tenido un precedente en el 2006, pero con otro vocalista, y sus integrantes no tienen empacho en afirmar que su mensaje es abiertamente satánico. 

Uno de los integrantes afirmó durante una entrevista: "el primer álbum trata sobre la próxima llegada del Demonio, hablando mucho en términos bíblicos, algo como que la Iglesia diga que el Día del Juicio Final se acerca. Infestissumam es acerca de la presencia del Demonio y el Anticristo".

El mexicano que acudió a su concierto radicaba en el Estado de México, tenía 41 años de edad y padecía diabetes, padecimiento, que a decir de los expertos, incrementa las probabilidades de ser contagiado por Covid-19 y presentar síntomas agravados. 

Las autoridades sanitarias han pedido a todos los que acudieron a este concierto estar alerta de cualquier síntoma. 
(https://conocenoticias.blogspot.com/2020/03/primer-muerto-por-coronavirus-asistio.html?fbclid=IwAR1DcimB2vf69AjCwzB0i4t7S-8e1Q2eCnB3vlYEDI-wn1t2EsSq6WbRY3Q)

sábado, 21 de marzo de 2020

El Infierno, por Ludwig Ott

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EL INFIERNO

Tomado de Manual de Teología Dogmática

por Ludwig Ott

I. La Realidad del infierno

Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal van al infierno (de fe).

El infierno es un lugar y estado de eterna desdicha en que se hallan las almas de los réprobos. La existencia del infierno fue impugnada por diversas sectas, que suponían la total aniquilación de los impíos después de su muerte o del juicio universal. También la negaron todos los adversarios de la inmortalidad personal (materialismo).

El símbolo Quicumque confiesa: "Y los que (obraron) mal irán al fuego eterno"; Dz 40. El Papa Benedicto XII declaró en su constitución dogmática Benedictus Deus: "Según la común ordenación de Dios, las almas de los que mueren en pecado mortal, inmediatamente después de la muerte, bajan al infierno, donde son atormentadas con suplicios infernales"; Dz 531 ; cf. Dz 429, 464, 693, 835, 840.

El Antiguo Testamento no habla con claridad sobre el castigo de los impíos, sino en sus libros más recientes. Según Dan 12, 2, los impíos resucitarán para "eterna vergüenza y oprobio". Según Judith 16, 20s, el Señor, el Omnipotente, tomará venganza de los enemigos de Israel y los afligirá en el día del juicio: "El Señor omnipotente los castigará en el día del juicio, dando al fuego y a los gusanos sus carnes, para que se abrasen y lo sientan para siempre"; cf. Is 66, 24. Según Sap 4, 19, los impíos "serán entre los muertos en el oprobio sempiterno", "serán sumergidos en el dolor y perecerá su memoria" cf. 3, 10; 6, 5 ss.

Jesús amenaza a los pecadores con el castigo del infierno. Le llama gehenna (Mt 5, 29 s; 10, 28; 23, 15 y 33; Mc 9, 43, 45 y 47), gehenna de fuego (Mt 5, 22; 18, 9), gehenna donde el gusano no muere ni el fuego se extingue (Mc 9, 46 s), fuego eterno (Mt 25, 41), fuego inextinguible (Mt 3, 12; Mc 9, 42), horno de fuego (Mt 13,42 y 50), suplicio eterno (Mt 25, 46). Allí hay tinieblas (Mt 8, 12; 22, 13; 25, 30), aullidos y rechinar de dientes (Mt 13, 42 y 50;24, 51 ; Lc 13, 28).

San Pablo da el siguiente testimonio: "Esos [los que no conocen a Dios ni obedecen el Evangelio] serán castigados a eterna ruina, lejos de la faz del Señor y de la gloria de su poder" (2 Tes 1, 9; cf. Rom 2, 6-9; Heb 10, 26-31). Según Ap 21, 8, los impíos "tendrán su parte en el estanque que arde con fuego y azufre"; allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos" (20, 10; cf. 2 Pe 2, 6; 7).

Los padres dan testimonio unánime de la realidad del infierno.

Según SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, todo aquel que "por su pésima doctrina corrompiere la fe de Dios por la cual fue crucificado Jesucristo, irá al fuego inextinguible, él y los que le escuchan" (Ef 16, 2).

SAN JUSTINO funda el castigo del infierno en la idea de la justicia divina, la cual no deja impune a los transgresores de la ley (Apol. II 9); cf. Apol. I 8, 4; 21, 6; 28, 1; Martyrium Polycarpi 2, 3; 11, 2; San Ireneo, Adv. Haer. iv, 28, 2.