El diablo, como dice Santa Teresa, odia el agua bendita por ese poder especial que tiene sobre él. No puede permanecer largo tiempo cerca de un lugar o de una persona rociada con agua bendita.
Beneficia a los Ausentes
Si nuestros seres queridos se hallan lejos de nosotros, el agua bendita, rociada con intención de que Dios los bendiga donde quiera que estén, puede mover al Sagrado Corazón para que los bendiga, y proteja librándolos de todo mal, de alma y cuerpo. La oración de la Iglesia les puede socorrer a cualquier hora y en cualquier lugar donde se encuentren.
Sobre todo a las Benditas Ánimas La Iglesia usa Agua Bendita también para alivio de las benditas ánimas del Purgatorio. Sólo allí comprenderemos cuánto la aprecian y desean aquellas almas. Si queremos ahora granjearnos multitud de intercesores, no las olvidemos al tomar de la pila agua bendita, y apliquémosles ese refrigerio. Puede ser que una sola gota les abra las puertas del Cielo a las que ya están para volar a las eternas moradas.
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