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viernes, 17 de mayo de 2024

Obsesión como ataque de demonio

 



Verita' sull'inferno

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Obsesión como ataque de demonio

La OBSESIÓN es un ataque intenso y persistente en la mente de la víctima.

Existen un ejemplo de trastornos mentales, alucinaciones, de los que la víctima no es capaz de deshacerse.

Una persona obsesionada con el diablo puede escuchar voces o susurros o pensar diferente contra Dios u otras personas.

Él o ella puede tener pensamientos de hacerse daño a sí mismos (como el suicidio), profanar o profanar la eucaristía u otros objetos sagrados, o incluso hacer un pacto con Satanás para ganar poder mundano y éxito para sí mismos.

En esta etapa, se vuelve casi imposible que la persona duerma.

Otro ejemplo de obsesión demoníaca es la dificultad de separarse de cualquier forma de vicios como el alcohol, el tabaquismo, la adicción a las drogas, el juego, la pornografía, el comportamiento sexual compulsivo, la prostitución y la obsesión con los objetos materiales.

LO QUE CAUSA UNA OBSESIÓN

La causa de la obsesión es generalmente la participación de la víctima en lo oculto (creencias místicas/mágicas o fenómenos como brujería, curación por fe, predecir a los muertos, etc. )) o interacción con el reino demoníaco.

Otra causa es la inconsciencia de la tentación de disfrutar de ciertos vicios hasta que los pecados cometidos se vuelven habituales.

En estas situaciones, la víctima y la gente a su alrededor podrían pensar que se está volviendo loca o mentalmente inestable.

En muchos casos, es extremadamente difícil distinguir la enfermedad mental de la obsesión, y una de las únicas maneras de hacerlo es probando y fallando las drogas y terapias.

Si de hecho sufres de obsesión, el antídoto apropiado es el sacramento de la Penitencia (Confesión), la frecuencia frecuente de la Sagrada Comunión, plena cooperación para separarte de cualquier forma de adicción, una vida de oración y una estrecha relación con Dios.

La víctima puede recibir ayuda mediante oraciones de liberación administradas por un sacerdote exorcista debidamente autorizado por el Obispo Diocesano. La víctima también recibe oraciones de abstinencia.

¿ALGUIEN PUEDE SER SANADO DE LA OBSESIÓN DEL DIABLO?

Por supuesto que lo hace. Sanarse de una obsesión demoníaca no es un proceso de la noche a la mañana. El progreso de la recuperación depende de la disposición personal de la víctima, su voluntad de conversión y el apoyo moral de su familia o personas que ama.

Nunca debemos olvidar que nuestro Dios es siempre amoroso y misericordioso. Su compasión por cada ser humano, especialmente por aquellos que lo buscan, encontrará su bondad eterna.

A medida que la víctima crece en santidad, anclada a través del arrepentimiento, la oración y los sacramentos... Sanarse de una obsesión demoníaca nunca es imposible.

Fuente de Tradición Católica y Evangelización

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