Sacrílegos, blasfemos, adoradores del Ángel caído. Eligen ofender a Dios Trino y al mismo tiempo rendirle honores a Satanás. Conviértanse, aléjense del camino de la perdición en el que se encuentran, antes de que sea demasiado tarde. Blasfemos, arrepiéntanse, todavía tienen tiempo, Dios es Misericordioso en esta vida, pero en los umbrales de la eternidad es sólo Justicia Divina. Y de Dios nadie se burla.