Por Javier Navascués Pérez - 30 diciembre, 2019
Las pseudo religiones orientales siguen estando lamentablemente de moda en Occidente. Mucha gente, totalmente indiferente a la religión verdadera y considerando neciamente el catolicismo como algo trasnochado, se acerca a prácticas como el reiki, atraída por su mensaje buenista, apariencia cool y cierto snobismo. Incluso lo presentan como la panacea de todas las dolencias. Una vez dentro se dejan llevar por el sentimiento y no se dan cuenta de los peligros que entraña esta práctica. Por eso es bueno alertar y prevenir.
Juan Sánchez Requena, católico de nacimiento, como tantos otros, se alejó de la religión en su juventud. Ya de adulto embelesado por una supuesta «curación», se introdujo en la Nueva Era y llegó a ser maestro Reiki. Tras caer en sus garras, comprendió que ese camino no era luz sino oscuridad y felizmente volvió a la Iglesia Católica. Nos cuenta su experiencia analizando en profundidad los peligros del reiki.
¿Qué es el reiki?
El Reiki es una canalización de energía que realmente viene del demonio, aunque esto nunca se dice, pues incluso el practicante muchas veces no sabe realmente de donde viene. Dicho esto, así, a botepronto, diré que es un sistema de supuesta sanación por energía, se dice que al alcance de cualquiera que se inicie en esta práctica. En la iniciación, como en la práctica posterior, se utilizan símbolos que llaman a “esas energías”, a los maestros ascendidos y a los “guías Reiki”. Y, ¿Quiénes son esos guías Reiki? Pues como no invocamos a Dios Padre, ni al Espíritu Santo, ni tan siquiera a Jesucristo, es fácil, para un católico, adivinar que estamos invocando a los ángeles caídos, que tienen poder en esta tierra incluso para realizar curaciones.
Es algo que está de moda y mucha gente puede caer en él, incluso hasta usted…
Yo caí porque al ser naturópata y pasar consultas, descubrí esta técnica que estaba relacionada con la sanación, entré para ayudar a los clientes que tenía, y en un principio, como esto se vende como que no está contra ninguna religión, que es simplemente para la sanación, viendo que efectivamente daba resultados a veces espectaculares, me dejé arrastrar y profundicé hasta llegar a la maestría.
No fui consciente hasta muchos años más tarde, o mejor, no quise darme cuenta, de lo nefasto de esta práctica que se nos presenta como algo inocuo, y al principio así parece, pues hay más relajación en quien la practica o recibe la sesión, unos efectos sobre algunas enfermedades, dolores, da sensaciones placenteras al desaparecer muchos de los síntomas de las dolencias, incluso relajación mental, desaparición del estrés, etc.
Es como que entras en mundo más espiritual, con menos problemas aparentes, hasta que comienza a pasar factura. Está de moda desde hace muchos años porque estamos en continua búsqueda de lo trascendental, y dirigimos nuestros pasos a lo más cómodo, sin darnos cuenta que en realidad llenamos un vacío provocando otro mayor en nuestra alma.
¿Qué buscaba allí?
Como ya he comentado, buscaba mejorar mis terapias. Lamentablemente lo que hice por mi desconocimiento de la verdad oculta en esta técnica fue acercar al demonio a muchas personas, más una vez que comencé a impartir cursos al obtener la maestría.
¿Cómo fue el proceso de darse cuenta de que ese camino no era el correcto?
Hubo varias personas que me dieron pistas para abandonar este camino, pero como suele pasar cuando estás cegado, no solo no les haces caso, sino que te vuelves un tanto beligerante con quienes te dicen lo que tú no estás dispuesto a escuchar. Porque te has convertido en un gran egoísta, crees que tienes la razón en todo y son los demás los que están equivocados.
Un amigo Diácono Permanente, me pasó el documento de los Obispos Norteamericanos, y mi reacción tras una somera lectura, fue decirle que habían escrito ese documento sin tener ni idea de que era el Reiki. Hasta ahí llegaba mi desfachatez y altivez. Unos años más tarde, en 2014, con mi párroco, que había tomado posesión recientemente, tuve una conversación que iría sobre las directrices que debía darme sobre la web de la parroquia que en esos momentos gestionaba yo, y estuvimos más de tres horas hablando, nada sobre la web y todo sobre la New Age, le dije que era maestro de Reiki, y me dio infinidad de razones, no me impuso ninguna, pero empezó a pasarme información sobre ese tema.
Yo llevaba ya un tiempo haciéndome muchas preguntas, pues en el fondo estaba vacío y trataba de llenar ese vacío con técnicas y cosas fuera de Dios, tenía una religión a mi medida.
Aproveché unos ejercicios espirituales que tenía próximos para ponerme delante del Sagrario, y allí, el Amor del Señor, me tocó de lleno, yo le preguntaba lo que quería de mí y lo que debía hacer. El Señor me fue llevando por pasajes de la Biblia y a lo largo de ese fin de semana me cautivó, me hizo darle la vuelta a mi vida, dejar el Reiki y volver a una profunda vida de fe. Me confesé por primera vez en años, escribí cartas, emails e hice algunas llamadas a quienes habían sido mis alumnos, publiqué en mi blog esta carta y desde entonces mi vida ha sido mucho más plena, cuento con el Señor y Él sigue haciendo maravillas en mí cada segundo de mi vida.
¿Fue fácil dejar esas prácticas?
Fácil no fue, tuve que dar un giro enorme a mi vida, perdía amistades, que ahora se que no lo eran, recibí ataques verbales, reproches, rechazos, pero todo eso lo llevé adelante con el apoyo del Señor que no me deja en ningún momento. Cuando sientes su Amor, que te ama como eres, que no tienen en cuenta lo que fuiste, sino solamente tu disposición a seguirlo, a dejarte llenar y llevar por Él, es fácil, cuando Él te lleva.
La metempsicosis o reencarnación es uno de los aspectos más incompatibles con la fe católica, pero evidentemente no el único…
Efectivamente, toda la New Age cree en la reencarnación, pero también caen en herejías, que entran muy sutilmente. Veamos tres de estas herejías de la New Age:
El panteísmo está en todas sus esferas, creen que Dios está en todo, más, que todo es Dios, pero ¿cómo podemos pensar que todo es Dios? Dios el Creador, y si vamos al primer libro de la Biblia, el Génesis, en sus capítulos uno y dos, vemos que Dios hace la creación crea al hombre a su imagen y semejanza, pero se mantiene al margen, nos da la libertad de amarlo o rechazarlo.
El pelagianismo que minimiza el papel de la Gracia, que dice que podemos conseguirlo todo sin ayuda de Dios, con nuestro propio esfuerzo. Pero ya sabemos que le responde Jesús a los discípulos cuando le preguntan “entonces ¿quién puede salvarse?” Él les respondió “Para los hombres es imposible; pero Dios lo puede todo”.
El arrianismo, que sostiene que Jesús no es el Hijo de Dios, niega su divinidad. La New Age nos presenta a Jesús como un “maestro ascendido”, incluso algunos sostienen que fue un yogui y que sigue reencarnándose y que está en la India. Bueno, ante esto podemos acudir al comienzo del Evangelio de san Juan: “Al principio ya existía la Palabra, y la Palabra se dirigía a Dios, y la Palabra era Dios. Ésta al principio se dirigía a Dios. Todo existió por medio de ella, y sin ella nada existió de cuanto existe”.
¿Podía profundizar en todas las filosofías que hay detrás que se oponen radicalmente a la cosmovisión católica del mundo?
Son muchas y quizá no sea oportuno tratar de abarcarlas todas, pero daré algunas pinceladas de las más características, y verán que las anteriores herejías están en ellas.
Teosofía, que sostiene que el conocimiento de Dios se puede alcanzar sin la intervención divina, y también cree en la reencarnación.
Monismo, que mantiene que no hay distinción final entre Dios y el hombre, que no hay diferencia entre el Creador y la creación, que somos lo mismo.
Sincretismo, que iguala a todas las religiones sin hacer distinción de ninguna de ellas, así es lo mismo las monoteístas que las politeístas, la católica que cualquiera de ellas.
Gnosticismo, que pretende llegar al conocimiento de Dios por medio de prácticas mágicas y ocultas.
Rosacrucismo, que sostienen que son una parte misma de Dios.
Neopaganismo,, que considera a dios una energía, una fuerza superior, no creador ni ser supremo.
Ocultismo y esoterismo, que pretenden llegar a la propia divinización por medio de prácticas mágicas diversas, siempre ocultas.
Relativismo moral, ponen el nivel moral cada cual, a su criterio, y cuando no está a gusto con él, pues lo cambia. Tampoco hacen distinción entre lo divino y lo demoníaco.
Subjetivismo, en el que cada cual crea su propia realidad y hace su verdad como desee.
Quietismo, que es la base del budismo, tiende por su extrema pasividad a fundirse con la divinidad.
Bien, esta es una muestra de las filosofías en las que pretenden sostenerse en la New Age.
Sin embargo, sus practicantes defienden que es una filosofía completamente inofensiva…
Sí, porque al principio de entrar en ellas llenan un tanto el vacío del alma, por tanto pensamos que no sólo es inofensiva, sino beneficiosa para nosotros, pero a medida que pasa el tiempo nos vamos adentrando y los vacíos son cada vez mayores, lo que estamos practicando, como no nos llena, pues buscamos algo más, y entramos en una espiral que nos conduce al vacío del alma. Esto es difícil de ver debido a que estamos “absorbidos” en esa barbarie.
Incluso no suelen reaccionar bien si se advierte de los peligros de esta práctica…
Bueno, cuando estamos convencidos de que lo que estamos practicando es bueno para nosotros, no admitimos que nadie nos diga lo contrario, y como ya he mencionado, los vacíos que pretendemos llenar se hacen más grandes, llegamos a ese grado de fanatismo por no aceptar nuestros errores. Yo pasé también por eso. Se llega a una etapa que el egoísmo es tal que nadie vale más que uno mismo y no aceptamos el más mínimo reproche, ni tan siquiera una conversación en la que no estén de acuerdo con lo que yo hago, es como que me están atacando, y entonces…, me defiendo a veces, con agresividad.
¿Cuál es el verdadero peligro del reiki?
Bueno, como respondí diciendo qué es el Reiki, el mayor peligro sin duda, es que abrimos la puerta de par en par para el demonio, esto lo constatan también exorcistas, concretamente en su libro, para mí fantástico, “Las seis puertas del enemigo. Experiencias de un exorcista” D. Javier Luzón deja muy claro este aspecto. Cuando se hacen los símbolos de Reiki, ninguno es cristiano, siempre se llama a una energía, se invocan a los guías reiki, ¿y quienes son estos sino los demonios? Pues dejar una puerta abierta al demonio es darle carta blanca a actuar en nuestra vida, en nuestro cuerpo, … La suerte es que el Señor no permite tantas posesiones ni influencias como nosotros mismos le pedimos al demonio.
¿Por qué está tan de moda?
Porque el hombre está en continua búsqueda de la trascendencia, de la felicidad, pero en esta sociedad lo busca fuera de los cauces donde está la respuesta verdadera, todo lo que “suena” a religión, más aun, a cristianismo, pues se huye como si por acercarnos eso nos perjudicara, ese es otro de los engaños en la New Age, promete todo fácil, alcanzar todo lo que se quiera con una práctica sin compromisos, que al principio afirma que no tiene nada que ver con la religión y que es compatible con todas, pero ya hemos visto las herejías en las que cae y a donde llevan sus ideologías. Sin embargo, en la búsqueda de esa falsa felicidad, sin esfuerzo real, es donde muchas personas caen en ella.
¿Cómo se puede combatir este fenómeno sin herir a las personas que creen en él?
Bueno, no nos toca atacar en absoluto, yo mismo estuve durante años practicando Reiki, y fui uno de sus “fanáticos”. Debemos dar información con cariño, siendo misericordiosos, pero tampoco podemos descafeinar el Evangelio. Como Jesús con los discípulos de Emaús: misericordia, información, y dejar que cada cual tome su decisión.
Este fue mi caso, tanta información que rechacé, que no quise ver, y fue Jesús ante su Sagrario el que me llevó de la mano para que dejara esta práctica. Así pienso que debemos actuar, así es como lo voy haciendo con aquellas personas que bien me piden ayuda ellas o bien familiares. Si ellas acceden a hablar conmigo les informo, les doy mi experiencia y si quieren… podré ayudarles en el proceso de dejar el Reiki u otras prácticas de la New Age.
¿Por qué no es nada fácil convencerles?
Bueno, como ya dije, nos volvemos fanáticos de esta práctica porque el demonio, no lo olvidemos, es muy astuto y pretende tenernos amarrados y que no nos acerquemos al Señor, pero contando con su ayuda todo lo podemos.
Javier Navascués Pérez
(https://www.hispanidadcatolica.com/2019/12/la-moda-del-reiki-el-anzuelo-de-satanas/?fbclid=IwAR1Rs8IfwEgkf2eW5f7AwUsouO_JcBF8EKE-KomRukfv45NyHdBrDwQPec8)