San Miguel Arcángel pesando las almas en el Juicio Final

miércoles, 28 de febrero de 2018

DEMONIOS – Por Cornelio Á Lápide. (Parte III)


Santa Rosa lucha contra el Demonio y lo vence.

El demonio es fuerte.


   El  Evangelio llama al demonio el fuerte armado: Fortis armatus. (Luc. XI. 21).  ¿Tratáis de indagar cuál es la naturaleza de este enemigo? Es un espíritu ¿Deseáis verle? Es invisible... ¿Queréis conocer su carácter? Es muy malo y muy astuto ¿Su poder? Es, dice San Pablo, el dueño y el gobernador del mundo, esto es, de los siglos: Mundi rectores. (Efesios. VI. 12). Revestíos, dice aquel gran apóstol, de toda la armadura de Dios para poder contrarrestar a las asechanzas del diablo; porque no es nuestra pelea solamente contra hombres de carne y sangre, sino contra los príncipes y potestades, contra los adalides de estas tinieblas del mundo, contra los espíritus malignos esparcidos en los aires (Efesios VI 11- 12).

   Notad estas palabras: principados, potencias, príncipes, del mundo. Según los santos Padres, los demonios han conservado, después de su caída el mismo nombre jerárquico que tenían en el cielo antes de haber caído. Como en un ejército, unos mandan, otros obedecen y tienen señalado un puesto más bajo. De ahí su fuerza inmensa. Los que son llamados principados, potencias, príncipes, son jefes entre los demonios.

   Si tenéis deseos de conocer el lugar que ocupa el demonio, sabed que domina la tierra y cae sobre nosotros desde lo alto de los aires… Si buscáis su morada, sabed que está en todas partes, noche y día… Si preguntáis cuál es su inteligencia, sabed que es muy vasta y superior a la de los hombres más sabios...

   Hombres de gran fuerza, dice el Salmista hablando de los demonios, arremeten contra mí: Irruerunt in me fortes. (LVIII. 4). ¿Cómo arrancar su presa a un hombre esforzado? dice Isaías: ¿cómo recobrar aquellos que ha arrebatado un varón valiente? (XLIX. 24).

   Sí consideráis su naturaleza, el demonio es un gigante, dice Orígenes. (Homil VII c. XII).

   Espíritus inteligentes, activos, ágiles y vigilando sin cesar, los demonios tienen un gran poder, triplicado todavía por su audacia, su odio y crueldad. Cayendo, han conservado todas sus fuerzas. Los demonios son tan fuertes, que San Pablo baste los llama dioses de este siglo: (II. Cor. IV. 4).

   Semejantes expresiones nos prueban con evidencia cuán fuerte y poderoso es el diablo...

   Lo que obliga a decir con mucha razón a San Crisóstomo: Si los demonios están asi organizados en ejércitos, si son espíritus, si son los amos del mundo, ¿cómo, decidme, os entregáis al placer, y cómo los venceremos sin armas?

   Añadid a la fuerza y al poder de los demonios, su número prodigioso. Y toda esta espantosa multitud no cesa de hacernos una guerra encarnizada...

De qué modo es fuerte el demonio y contra quien.


   Oíd a San Agustín: San Pablo, exclama, llama príncipes a los demonios; pero, para que no creáis que son príncipes del cielo y de la tierra los llama solamente príncipes del mundo, esto es, príncipes de los amantes del mundo, del mundo lleno de tinieblas, del mundo de los impíos y de los malos, del mundo del que se dice en el Evangelio que al presentarse Jesucristo en él, este mundo no lo conoció. Son los príncipes de aquel mundo contra el cual el Salvador lanzó el aterrador anatema: ¡Vae mundo! ¡Desgraciado mundo! Padre mío, dice en otra parte, no ruego por el mundo: Non pro mundo rogo. (S. Aug., in Salmo. LIV).

   Los demonios son los príncipes del mundo del que habla Jesucristo cuando dirigiéndose a su Padre, le dice: Oh Padre justo, el mundo no te ha conocido: Pater juste, mundus te non cognovit. (Juan. XVIII. 25); del mundo que el Rey Profeta llama tierra de olvido: (LXXXVIII. 13); del mundo del que se dice en el Apocalipsis: ¡Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra! (VIII. 13). Los demonios son los príncipes de un mundo semejante al que el diluvio cubrió con sus aguas; son los príncipes de los que llevan la señal o divisa de la bestia, y adoran su imagen, como dice el Apocalípsis (XVI. 2).

   Se dice en el Apocalipsis que el dragón se apostó en la arena del mar (XII. 17-18). ¿Qué significan estas palabras? ¿Por qué el demonio, que es este dragón, se detuvo a orillas del mar en la arena? La Escritura quiere decir con esto que el demonio no es fuerte y no prevalece sino contra los hombres estériles en buenas obras, e inconstantes como la arena de las orillas del mar; quiere decir también que Satanás no domina más que a los que se exponen a los huracanes, a las tempestades, a las olas encrespadas y furiosas de las pasiones; a aquellos, en una palabra, que se parecen a la arena de las orillas del Océano, arena expuesta a todas las tempestades, y muchas veces arrebatada, dispersada y sumergida. En las orillas del mar del mundo es en donde está el dragón para atormentar y anegar a sus víctimas en las agitadas olas de la concupiscencia, del vicio y del crimen...

   Jesucristo ha venido, dice San Agustín, y ha encadenado al demonio. Pero, me diréis: Si está encadenado, ¿por qué es todavía tan poderoso? Es verdad, hermanos míos, que todavía es muy poderoso; pero no reina más que sobre los tibios, los negligentes y los que no temen verdaderamente a Dios.

   Satanás reina sobre lodos los hijos del orgullo, dice Job (XLI. 25).

   ¿Contra quién es fuerte el demonio? Contra los sordos, los ciegos, los mudos, los cojos, los paralíticos, los muertos espirituales...

   ¿Contra quién es fuerte? Contra los padres negligentes, escandalosos, que cierran los ojos para no ver los vicios de sus hijos; contra los hijos desobedientes, sin amor y sin respeto a aquellos que les han dado la vida.

   ¿Contra quién es fuerte el demonio? Contra aquel joven que imita al hijo pródigo, contra aquella joven que, faltando a las promesas de su bautismo, se despoja del sagrado vestido de Jesucristo, se viste con el de Satanás, no recata ya sus sentidos, y arroja de su corazon el amor de Dios, sustituyéndole por el amor corrompido del mundo y de las pasiones de la carne...

   ¿Contra quién es fuerte el demonio? Contra los avaros, los impúdicos y los que abandonan la oración, la vigilancia y los Sacramentos, etc...

   El demonio sólo es fuerte porque le ayudamos.

   Mientras que los hombres dormían, dice Jesucristo, vino cierto enemigo suyo y sembró cizaña en medio del trigo (Mateo. XIII. 25).

   Jesucristo, es verdad, ha encadenado al demonio con su cruz; le ha dicho como en otro tiempo al Océano: Hasta este sitio llegarás, y de aquí no has de pasar; aquí se estrellará el orgullo de tus olas.

   Mirad a aquel león encadenado: ve una presa, se lanza; pero se halla detenido: se lanza de nuevo con más furor, y muerde su cadena de rabia: vanos esfuerzos, rabia inútil; su presa está demasiado lejos, no puede alcanzarla: ella nada teme; pero si se acerca mucho el león, lanzándose de nuevo la cogerá y devorará.

   El perro encadenado puede ladrar, pero no puede morder, dice San Agustín, más que al imprudente que se pone A su alcance.

   Cuán insensato es el que so deja devorar por el león encadenado, o morder por el perro atado. A ellos os parecéis, pecadores imprudentes. Como ellos, os dejáis morder y, devorar por el demonio.

   Encadenado no puede alcanzaros para desgarraros: puede rugir, ladrar, solicitaros; pero no puedo exterminar más que al que lo quiere, añade San Agustín. Porque el demonio no daña violentando, sino persuadiendo: no nos arranca a viva fuerza nuestro consentimiento; no puede más que pedirlo.

   Los demonios no nos combaten porque hacemos su voluntad, dice el abate Abraham; nuestras voluntades son las que se cambian en demonios y nos atormentan.

   Preguntado sobre la manera de que podían valerse los demonios para cogernos, el abale Achille respondió: Con la ayuda de nuestra voluntad. Y añadió: Nuestras almas son la leña, el diablo es la segur, y el leñador es nuestra voluntad. Nuestras voluntades perversas son pues las que hacen que seamos cortados y derribados.

   He aquí porqué dice San Bernardo: Que cese la voluntad propia, y no habrá infierno.



“Tesoros de Cornelio Á Lápide”
(http://sanmiguelarcangel-cor-ar.blogspot.com.ar/2017/08/demonios-por-cornelio-lapide-parte-iii.html)

DEMONIOS – Por Cornelio Á Lápide. (Parte II)


¿Por qué ha salvado Dios al  hombre y no al ángel?

   Los santos Padres indican cinco causas principales que han hecho que el perdón se negara al ángel y se concediera al hombre.

   La primera es que el hombre ha pecado por fragilidad de la carne; mientras que el ángel, no teniendo cuerpo, no tenía esta fragilidad...

   La segunda es que el ángel ha pecado sin ser tentado por nadie; mientras que el hombre ha sido tentado y seducido por el demonio...

   La tercera es que no ha caído toda la raza de los ángeles, sino sólo parte de ellos; mientras que en la persona de Adán toda la naturaleza humana ha caído. La posteridad de Adán no era indigna del perdón, puesto que no había tomado parte con su voluntad en el pecado del primer hombre. Asi lo siente San Agustín...

   La cuarta es que el ángel, a causa de su gran inteligencia, ha pecado con plena voluntad y malicia; mientras que el hombre, dotado de una inteligencia más escasa, ha pecado por debilidad y obedeciendo a un impulso extraño, más bien que por una voluntad muy deliberada y por malicia...

   La quinta es que el ángel ha sido creado en el más alto grado de honor que pudiera alcanzar mientras estaba aún en el camino del mérito, y debía ser confirmado en gracia por la contemplación de su Criador. El hombre, por el contrario, había sido creado en un orden inferior. Colocado en la tierra, destinado a multiplicar su raza antes de llegar a mejor vida, se hallaba más apartado de la bienaventuranza...

El demonio es homicida.

   Vosotros sois hijos del diablo, dijo Jesucristo a los escribas y fariseos, orgullosos y criminales, y asi queréis satisfacer los deseos de vuestro padre: El fué homicida desde el principio, y criado justo, no permaneció en la verdad  (Juan. VIII. 44).

   Con su rebelión, el demonio se dió la muerte… Ha sido homicida del primer hombre, y lo es de la raza humana… Hasta quería destruir a Dios, si hubiese podido, a fin de usurpar su puesto. Y lo que no ha podido hacer a Dios en el cielo, se lo ha hecho en la tierra, haciendo que los judíos matasen a Jesucristo...

   El demonio es el padre de la muerte; no ha engendrado jamás otra cosa más que la muerte. No sabe hacer vivir: como un ladrón hábil y feroz, no sabe más qne despojar, degollar y reírse de los crímenes que puede cometer...
El demonio es el padre de todos los crímenes y de todas las herejías.

   El que comete pecado, del diablo es hijo, porque el diablo continúa pecando desde el momento de su caída, dice el apóstol San Juan. El demonio es el príncipe del pecado, y el padre de todos los males, dice San Cirilo.

   El demonio es el autor de todos los crímenes, de todas las mentiras y de todos los errores: por esto es el padre de los herejes y de las herejías. Sin él jamás habría existido el pecado; y sin él, por consiguiente, jamás habría habido miserias, enfermedades, muerte e infierno; porque todas estas cosas terribles son la pena del pecado… Ningún ser es tan culpable, criminal, depravado e infame como lo es Satanás...

¿Por qué compara Jesucristo el demonio al relámpago y al rayo?

   Yo estaba viendo, dice Jesucristo a sus apóstoles, caer del cielo á Satanás A manera de relámpago (Luc. X. 18).

   Lucifer es comparado al relámpago y al rayo: 1° a causa de su agilidad...; 2° a causa de su poder para dañar...; 3° porque llega pronto, pero pasa y desaparece de la misma manera, si no se le escucha...; 4° porque aparece algunas veces bajo una forma brillante y pura: aunque rechazado, y despreciado y maldecido, se trasforma en ángel de luz...

¿Por qué es llamado león el demonio?

   Sed sobrios y velad continuamente, dice el apóstol San Pedro; porque el diablo, vuestro enemigo, anda girando al rededor vuestro como un león rugiente en busca de presa que devorar (1. V. 8).

   Satanás es llamado león; porque,  1° como el león, vela… 2° Es cruel como el león… 3° Ruge como el león… 4° El león que se arroja sobre su presa, obedece a la ira, a la rabia, al hambre; y lo mismo sucede con el demonio: el león desprecia y pisotea las sobras de su presa; el demonio desprecia y pisotea a los que pervierte y mata… 5° EI león se oculta para sorprender a su presa; el demonio también… 6° El león se enfurece; Satanás también... 7° El león huele mal; el demonio esparce por todas partes el mal olor de las pasiones y del pecado… 8° El león y el demonio desean poder devorar… 9° E1 león y el diablo rondan buscando su presa…10° El león ataca sobre todo a los animales de gran tamaño y poderosos, desprecia a los pequeños y a los débiles, no come más que lo que coge vivo; el demonio hace del justo su víctima privilegiada, ataca sobre todo a las almas más piadosas, más santas, más elevadas en virtud y más heroicas; desprecia los corazones cobardes y carnales… 11°. El león y el demonio se lanzan con más furor sobre el hombre cuando se ven heridos...



“Tesoros de Cornelio Á Lápide”
(http://sanmiguelarcangel-cor-ar.blogspot.com.ar/2017/07/demonios-por-cornelio-lapide-parte-ii.html)

DEMONIOS – Por Cornelio Á Lápide. (Parte I)


Lucifer vencido por San Miguel
(Gustavo Doré)

¿HAY DEMONIOS?

   No hay duda que hay espíritus malhechores que se llaman demonios, pues la Sagrada Escritura nos lo atestigua y todas las naciones lo han unánimemente reconocido.

   Las naciones paganas han creído en la existencia de ciertos genios, unos buenos y otros malos; deduciendo de esto que era preciso ganar el afecto de los buenos con respetos, ofrendas y oraciones, y apaciguar la cólera y la malignidad de los malos. De ahí nacieron la idolatría, el politeísmo, las prácticas supersticiosas, la magia, adivinación, etc. Esta creencia ha sido también la de los filósofos paganos...

   La revelación ha venido a ilustrarnos sobre la existencia de los demonios. Moisés nos dice que la primera mujer fué engañada y desobedeció a Dios por sugestiones de un enemigo pérfido oculto bajo la forma de serpiente. (Gen. III. 1). Dice el libro del Deuteronomio que los israelitas inmolaron sus hijos e hijas a los demonios.

   Jesucristo ha hablado de la existencia de los demonios; los arrojaba del cuerpo de los poseídos. También nos hablan de ellos los Apóstoles. La existencia de los demonios es un dogma de la Iglesia católica...

¿QUÉ SON LOS DEMONIOS?

   Demonio quiere decir espíritu, genio, inteligencia: así es que esta palabra, que significa un ser dotado de conocimiento, nada tiene de odioso en sí mismo. En el Nuevo Testamento, el nombre de demonio se toma siempre a mala parte, significa un espíritu malo, enemigo de Dios y de los hombres...

   Al principio de la creación, Dios sacó los ángeles de la nada, como todo lo demás. Los hizo buenos; porque Dios no puede ser el autor de ninguna cosa mala. Está escrito que todas las obras de Dios eran muy buenas: (Gen. I. 31).

   La Escritura nos enseña qne desde el momento de su creación todos estos ángeles, que eran casi innumerables, se hallaron colocados en el cielo. Nos enseña también que muchos de entre ellos se rebelaron contra su Criador, y que en castigo de su crimen fueron condenados a eternos suplicios. A estos últimos aplica la Escrituro el nombre de demonios. Los demás ángeles permanecieron fieles a Dios, y fueron confirmados en la gracia.

   Por su naturaleza los ángeles son espíritus inteligentes, activos, inmortales, desprendidos de toda materia, y destinados por Dios a vivir y a alimentarse puramente de la contemplación...

   Los ángeles son las criaturas que más de cerca se parecen a la majestad divina, infinita en perfecciones. Dios los ha creado para formar su corte. Y es una cosa segura que la munificencia de Dios ha derramado a manos llenas sobre aquellas hermosas inteligencias los dones naturales de que hemos recibido algunas partículas.

   Al caer, nada han perdido los ángeles rebeldes de su naturaleza, de su vasta inteligencia, de su agilidad, de su espiritualidad; no han perdido más que su inocencia, su hermosura, su felicidad. Bien es verdad que para ellos es una pérdida inmensa ¿Qué ha sido de estos ángeles caídos? Nos lo dice San Agustín. El demonio es el doctor de la mentira, el adversario del género humano, el inventor de la muerte, el preceptor del orgullo, el príncipe de la malicia, el autor de los crímenes, el príncipe de todos los vicios, el instigador de los vergonzosos deleites. ¿Puede darse nada más corrompido ni más malo que nuestro enemigo?

   La Sabiduría pinta a los demonios del modo siguiente: Son monstruos de una especie desconocida, llenos de un furor inaudito, respiran llamas, vomitan negro humo, y lanzan de sus ojos horribles centellas; no sólo pueden exterminar con sus mordeduras, sino que únicamente con su vista pueden matar de espanto.

   Jesucristo y sus apóstoles atribuyen a los demonios los mayores crímenes, la incredulidad de los judíos, la traición de Judas, la ceguedad de los paganos, las enfermedades crueles, las posesiones y las obsesiones. Llaman a Satanás padre de la mentira, príncipe de este mundo, príncipe del aire, antigua serpiente, diablo.

   En los exorcismos, el demonio es llamado espíritu inmundo, miserabilísimo, tentador, engañoso, padre de la mentira y de las herejías, feroz, serpiente, autor de la impudicicia, ser desprovisto de prudencia, insensato, devastador, horrible, afeminado, envenenador, monstruo de los monstruos, ser arrojado del paraíso, de la gracia de Dios, de la mansión de la felicidad, de la asamblea y de la sociedad de los ángeles, criatura reprobada y maldita de Dios por la eternidad, orgullosa, infame, llena de crímenes, de abominaciones y de blasfemias, cubierta de maldiciones, cargada de excomuniones y merecedora de los fuegos del infierno. He aquí los nombres y los títulos que la Iglesia da al demonio, apostrofándole en los exorcismos, por ellos, juzgad lo que es efectivamente.

CAUSAS DE LA CAÍDA DE LOS DEMONIOS.


   Tertuliano, San Basilio, San Cipriano, San Bernardo, el abate Rupert, Suarer, y una multitud de teólogos, dan como probable que lo que hizo pecar a Lucifer en el cielo y le llevó al orgullo, fué la envidia que experimentó en el momento en que Dios le reveló que su Hijo se haría hombre, y le mandó sujetarse a Jesucristo encarnado. Tuvo envidia de que el Hijo de Dios tomase la naturaleza humana, y no pudo sufrir ser pospuesto al hombre, él, el más noble, el más hermoso y el más inteligente de los ángeles; no pudo sufrir esta unión hipostática del hombre con el Verbo; deseó que esta unión se verificase en él mismo, y se negó a reconocer por superior suyo al hombre hecho Dios por la encarnación, no habiendo Dios querido acceder a su deseo, Lucifer se rebeló contra él y contra Jesucristo, y aconsejó a los ángeles que le siguiesen en su rebeldía. En su carta a los Hebreos, parece que San Pablo favorece este sentimiento: Y otra vez Dios al introducir a su primogénito en el mundo, dijo: Adórenlo todos los ángeles de Dios. Los ángeles que adoraron los secretos de Dios, se sometieron  su voluntad y reconocieron por dueño suyo a Jesucristo hecho hombre, fueron conservados en su feliz estado; aún más, fueron elevados hasta lo más alto de los cielos y confirmados en la gracia.

   El orgullo es el que hizo caer al ángel desgraciado, que ha sido comparado, a causa de sus luces, a la estrella de la mañana. ¿Cómo, dice Isaías, caíste del cielo, oh lucero, tú que tanto brillabas por la mañana? ¿Cómo fuiste precipitado por tierra?  (XIV. 12). ¿Cómo, o Lucifer, te has vuelto tenebroso y eres el espíritu malo de las tinieblas? ¿Cómo has caído del punto más alto al grado más bajo, de la gloria a la ignominia, de la vida a la muerte, del cielo al infierno?

   El príncipe de los ángeles rebeldes se llama Lucifer, porque brillaba de gracia y de gloria en el cielo, como brilla en el firmamento la estrella de la mañana, que se llama Lucifer, esto es, porta-luz.

   Esto, en sentido místico, significa que la ruina de Lucifer tuvo lugar en la aurora, esto es, en el mismo principio de la creación del mundo.

   Lucifer, continúa Isaías, tú decías en tu corazon: Escalaré el cielo y levantaré mi trono sobre los astros de Dios: (XIV. 14). ¿Cómo has caído, tú que eras el sello de la imagen de Dios? Esto es, ninguna criatura se parecía más a Dios que tú; estabas lleno de sabiduría y colmado de hermosura; vivías en medio de las delicias del paraíso de Dios; en tus vestiduras brillaban toda suerte de piedras preciosas; perfecto has sido en tus obras desde el día de tu creación, y has permanecido tal hasta que la maldad se ha hallado en ti. (Ezech. XXVI1I. 12-15). Y ¿cuál ha sido esta iniquidad, sino haberte mirado demasiado a ti mismo y haberte hecho un lazo con tu propia excelencia?

   Desgraciada, cien veces desgraciada, exclama Bossuet, la criatura que no quiere mirarse en Dios, y fijándose en sí misma, se separa del manantial de su ser, que lo es también, por consiguiente, de su perfección y de su felicidad, este orgulloso, que se había constituido en Dios de sí mismo, puso el ciclo en rebelión; y Miguel, que se halló a la cabeza del orden en que esta rebelión hacia tal vez más prosélitos, exclamó: ¿Quién es como Dios? ¿Quis ut Deus?

   Y de esto le viene el nombre de Miguel, esto es: ¿quién es como Dios? Como si hubiera dicho: ¿Quién es el que quiere presentársenos como otro Dios, y ha dicho en su orgullo: Me elevaré hasta los cielos, dominaré lodos los espíritus y seré semejante al Altísimo? ¿Quién es pues este nuevo Dios que así quiere alzarse sobre nosotros? Pero no hay más que un sólo Dios; unámonos todos para seguirle, y digamos todos juntos: ¿Quién es semejante a Dios? Porque, ved lo que de repente sucede a este falso este Dios que quería hacerse adorar: Dios le ha herido, y ha caído como los ángeles imitadores suyos. Tú que te elevabas a lo más alto de  los cielos, has sido precipitado al infierno, a la más honda mazmorra: En su caída, conservó todo su orgullo, porque su orgullo debe  ser su suplicio. (Bossuet, sobre los Demonios).

   Se trabó una gran batalla en el cielo, dice el Apocalipsis: Miguel y los ángeles suyos peleaban contra el dragón; y el dragón con sus ángeles lidiaba contra él. Pero éstos fueron los más débiles, y después no quedó ya para ellos lugar ninguno en el cielo. Asi fué abatido aquel dragón descomunal, aquella antigua serpiente llamada diablo, y también Satanás, que anda engañando a toda la tierra; y fué precipitado, y con él los ángeles suyos.

   Seré semejante al Altísimo. El demonio, dice San Bernardo, no permaneció en la verdad, porque no se apoyó en el Verbo. Quiso sentarse, él que ni de pié podía tenerse por sí mismo. Y él decía: Me sentaré. Pero Dios, pensando de  otra manera, no le permitió sentarse ni quedarse de pié; entonces el demonio cayó; Jesucristo lo dice: Yo estaba viendo a Satanás desde el principio del mundo caer del cielo a manera de relámpago. (Luc. X. 18). Asi pues, que no se fie de sí mismo el que está de pié, si no quiere caer; descanse antes bien sobre el Verbo. El Verbo lo dice: Sin mi nada podéis hacer.

   Me sentaré, seré semejante al Altísimo. ¡Oh impudente! exclama el mismo padre: oh ¡imprudente! Millones de ángeles le sirven, y centenares de millones están prontos para ejecutar sus órdenes; y tú te sentarás. Los querubines están de pié, y no se sientan. ¿Qué has hecho para ser digno de sentarte?

   He visto, dice Isaías, al Señor sentado en un solio excelso y elevado; y los serafines estaban de pié (VI. 1-2). ¿Por qué, prosigue San Bernardo, tú que aparecías por la mañana, o Lucifer, porque no permaneciste en la verdad, sino es porque no fuiste Serafín? Pues Serafín quiere decir iluminado é inflamado.

   Pero tú, miserable, has tenido la luz sin calor. Más te hubiera valido ser abrasado que brillante: debías reprimir aquel orgullo de parecer; y como tú servías de espejo, debías humillarte. Pero, al contrario, tú dijiste Subiré sobre las nubes, y me sentaré. Y has caído. Los serafines están de pié y firmes, porque la caridad nunca fenece, dice San Pablo (1. Cor. XIII. 8). Están de pié, admirados, perdidos en la contemplación de aquel que está sentado sobre su trono; permanecen en eterna inconmutabilidad y en inconmutable eternidad. Tú, Lucifer, te propusiste sentarte. ¡Oh impío! Por esto vacilaron tus pies, y queriendo subir, caíste. El Hijo del Eterno, que está sentado sobre un trono, es el Señor de los ejércitos que lodo lo juzga con calma. Solo la Trinidad se sienta: solo tiene inmutabilidad; pero los serafines están de pié. (Serm. III. In Isai.).

   El crimen de los ángeles rebeldes fué pues: 1° una excesiva complacencia en su hermosura y excelencia; 2° su negativa a querer depender de Dios, la voluntad de bastarse a sí mismos y de vivir únicamente por ellos; 3° haber querido irrogarse la beatitud y alcanzarla con sus propias fuerzas, sin querer obtenerla del poder y de la bondad de Dios; 4° haber querido elevarse sobre los otros ángeles, y haberse negado a estar bajo las órdenes de nadie, ni siquiera de Dios.
   Lucifer pecó: 1° por un orgullo intolerable; 2°  por su rebelión, asi como por la de sus ángeles, contra Dios y contra la Iglesia celestial 3° Lucifer y sus ángeles cometieron un crimen de lesa majestad divina, queriendo apoderarse del trono del mismo Dios 4 ° Lucifer trató de arrastrar a la rebelión a los ángeles; y trata aún todos los días de alistar a los hombres bajo su enseña; 5° es el autor de todos los pecados; pero también es la criatura que se halla sumergida en lo más profundo del infierno.

   La primera causa de la caída de los ángeles fué el orgullo.

   La segunda causa de su caída fué su misma nada. Tenían su grandeza y su perfección de la mano de Dios: hubieran debido reconocerlo asi; pero pobres y débiles, a causa de la nada de que habían sido sacados, quisieron descansar sobre sí mismos: no hallaron más que la nada, y cayeron. Alejándose de Dios, su única fuerza, quedaron reducidos a la debilidad suprema.

   La tercera causa de su caída fué el mal uso que hicieron de su libertad.

   ¿Qué han ganado? ¡Ay! todo lo han perdido Eran ángeles de luz, y se han convenido en espíritus de tinieblas; eran buenos, hermosos y felices, y se han vuelto malos, perversos, horribles y muy desgraciados.

   Las mismas causas que han perdido A los ángeles, pierden a los hombres que les imitan. Adán quiso seguir su ejemplo, y cayó en un abismo de males, del que jamás habría salido sin la infinita misericordia de Dios.

   Temblemos Si los ángeles han caído estando en el cielo, sí Adán ha caído estando en el paraíso terrenal, si Sansón, David y Salomón han caído, si caen los cedros del Líbano, ¿qué temor y qué humildad no debemos abrigar nosotros que no somos más que débiles cañas? Por esto el gran Apóstol nos exhorta a trabajar en la obra de nuestra salvación con temor y temblor. (Philip. II. 12).



“Tesoros de Cornelio Á Lápide”
(http://sanmiguelarcangel-cor-ar.blogspot.com.ar/2017/07/demonios-por-cornelio-lapide-parte-i.html)

lunes, 26 de febrero de 2018

Bruja se aparece y golpea a cuidador de club deportivo

Resultado de imagen para bruja

Sucedió en la ciudad de Aguilares, en la provincia de Tucumán, Norte de Argentina.
Por inconvenientes técnicos, no podemos subir el vídeo, pero dejamos el enlace:

https://www.youtube.com/watch?v=W2fgfU1iD4I

Carlos Rosnercki
Publicado el 18 feb. 2018
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AGUILARES- ¡¡¡CREER O REVENTAR!!!
FUE EMBESTIDO POR UNA BRUJA EN DEPORTIVO AGUILARES.-
Mientras estaba de sereno le apareció una bruja y lo ataco, los vecinos que lo auxiliaron escucharon los gritos de Maxi Medina, quien relata que fue salvado primero por una perrita.
El testimonio y el vídeo míralo.-

domingo, 25 de febrero de 2018

¿Tienes Budas, elefantes de la suerte, cintas rojas, herraduras? Son ídolos neo-paganos de los cuales debes deshacerte prontamente

infestar idolos casa nueva era

El P. Guillermo Mojica, coordinador de Exorcistas de México habla del peligro de algunos hábitos que perjudican y dañan la relación con Dios  


Echa un ojo alrededor de tu casa, y pregúntate si posees lo siguiente:

¿Un elefante con la trompa para arriba es el principal adorno en tu sala?
¿Detrás de tu puerta hay una herradura?
¿Tienes Sapos Dorados en cada rincón de tu casa?
¿Tienes tu casa decorada con cuarzos, péndulos o calaveras?
¿En la entrada de habitaciones no falta la sábila con moños rojos?...
"Deshazte de ellos, limpia tu hogar y a tu familia de todo objeto de idolatría, porque lejos de traer suerte, fortuna y protección, le estás dando la espalda a Dios y vas directo a iniciar una relación con el mundo de Satanás."

Es lo que afirma en esta entrevista el sacerdote Guillermo Barba Mojica, coordinador de Exorcistas de la Arquidiócesis de México que difunde la propia web eclesial.

Lo más peligroso de estas prácticas es que desprecian nuestra fe; y lo que es peor, lesionan gravemente nuestra relación con el Dios del amor, el Dios de la misericordia que cuida de nosotros y que nos ama con un amoreterno, puesto que ponemos en su lugar ídolos, es decir, objetos a los que se les atribuye un poder sobrenatural, puntualiza el conocido y polémico sacerdote.

Explica el padre Guillermo que como lo expone la Biblia, en el libro del Deuteronomio, todas estas costumbres paganas “son abominaciones para el Señor tu Dios”, y al ponerlas en práctica se está quebrantando el primer mandamiento:

“El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”.

Añade que el hombre envuelto en la tentación de controlar su vida y el porvenir (una de las cosas que motiva la posesión de estos objetos de idolatría) usurpa un lugar que sólo le corresponde a Dios, porque como señala el Papa Francisco en la exhortación apostólica Lumen Fidei:

“El ídolo es un pretexto para ponerse a sí mismo en el centro de la realidad, adorando la obra de las propias manos”.

A esto se suma la fuerte influencia de una cultura del sincretismo religioso, de la Nueva Era y de un neo paganismo, que lleva a muchos católicos que desconocen su fe, a ser presa de este mundo en el que se respira una atmósfera de pecado.

La raíz del problema es el desconocimiento de Cristo y de su Evangelio, por lo que es apremiante evangelizar, ya que muchos bautizados, al estar alejados de los Sacramentos, de la Palabra de Dios, caen en el terreno de la idolatría, depositando su confianza en objetos, que incluso convierten en ídolos ante los cuales se inclinan.

¿Hay objetos que pueden vincular el pecado, sin que el fiel lo pueda percibir?

Responde el Padre Guillermo: Todo aquello que pretende sustituir a Dios, desde un artículo que idolatramos por pertenencia sentimental, hasta los que apreciamos más que nuestras vidas, y que muchas veces son simples objetos creados para hacer crecer nuestro ego, porque sabemos que ninguna cosa o persona puede ejercer de sí autoridad sobre el hombre, si no le viniese de Dios, y es claro que Él mismo no da autoridad a los objetos.

¿Se debe alertar a los fieles sobre la presencia de tales objetos en sus hogares?

Responde el Padre Guillermo:  Como señala el Papa Francisco en la Encíclica la Luz de la fe: “La fe, en cuanto asociada a la conversión, es lo opuesto a la idolatría; es separación de los ídolos para volver al Dios vivo, mediante un encuentro personal”; por lo que la única manera de erradicar la superstición, la idolatría y el mal de nuestras vidas, es un encuentro vivo y personal con Jesucristo a través del anuncio kerigmático, seguido de una catequesis sólida.

¿Qué efectos pueden provocar en los hogares?

Responde el Padre Guillermo: Los objetos de idolatría son una estrategia del diablo para minar la fe de los creyentes y, al depositar la confianza en ellos, se puede entablar una relación con el mundo de Satanás, porque quien los usa deja de ser creyente verdadero y se convierte en crédulo. También está el daño psicológico, puesto que hay personas que desarrollan una enajenación con estos objetos, hasta el punto de tener alucinaciones auditivas y visuales, lo que refuerza un pensamiento mágico que puede llegar a ser tan fuerte hasta convertirse en una psicosis familiar.

Otro aspecto en el que también causan un grave daño es en la economía familiar, que muchas veces se ve lesionada por el dinero que se invierte en estas prácticas. Por todo eso la Iglesia es clara cuando nos advierte en el Catecismo que nos guardemos de caer en estas tentaciones.

¿Deberían desterrarse esos objetos?

Responde el Padre Guillermo: Un paso hacia la conversión es la renuncia a esos objetos de idolatría, no sólo de manera implícita sino explícitamente, y un gesto de renuncia es destruirlos para no fomentar que otras personas se adhieran a ellos. La mejor manera de hacerlo es llevarlos al sacerdote para que él realice brevemente una oración de liberación y nos indique la forma más conveniente de acabar con ellos.

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Publicado originalmente en: Portaluz
(https://www.pildorasdefe.net/aprender/fe/Esta-llena-de-idolos-tu-casa-y-no-lo-sabes-Coordinador-Exorcista-te-muestra-como-limpiar-tu-hogar)

viernes, 23 de febrero de 2018

Cardenal Sarah: La Comunión generalizada en la mano es parte del ataque de Satanás contra la Eucaristía



Cardenal Sarah: La Comunión generalizada en la mano es parte del ataque de Satanás contra la Eucaristía


febrero 23, 2018

ROMA, 22 de febrero de 2018 (LifeSiteNews) - El jefe del departamento del Vaticano que supervisa la liturgia está convocando a los fieles católicos a volver a recibir la Sagrada Comunión en la lengua y arrodillados.

En el prefacio de un nuevo libro sobre el tema, el Cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, escribe: "El ataque diabólico más insidioso consiste en tratar de extinguir la fe en la Eucaristía, sembrando errores y fomentando una forma inadecuada de recibirla. Verdaderamente la guerra entre Miguel y sus Ángeles por un lado, y Lucifer por el otro, continúa en los corazones de los fieles ".

"El objetivo de Satanás es el sacrificio de la Misa y la presencia real de Jesús en la hostia consagrada", dijo.

El nuevo libro, de Don Federico Bortoli, fue lanzado en italiano bajo el título: "La distribución de la Comunión en la mano: un estudio histórico, jurídico y pastoral" [La distribución de la comunidad sulla mano. Profili storici, giuridici e pastorali].

Recordando el centenario de las apariciones de Fátima, Sara escribe que el Ángel de la Paz que se apareció a los tres pastores antes de la visita de la Santísima Virgen "nos muestra cómo debemos recibir el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo". Su Eminencia luego identifica los ultrajes por los cuales a Jesús se le ofende hoy en la Sagrada Eucaristía, incluida la llamada 'intercomunión' ".

Sarah continúa considerando cómo la fe en la Presencia Real "puede influenciar la manera en que recibimos la Comunión, y viceversa", y propone al Papa Juan Pablo II y a la Madre Teresa como dos santos modernos que Dios nos ha dado para imitar en su reverencia y recepción de la Sagrada Eucaristía.

"¿Por qué insistimos en recibir la Comunión de pie y en la mano?", Pregunta el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino. La manera en que se distribuye y recibe la Sagrada Eucaristía, escribe, "es una pregunta importante sobre la cual la Iglesia de hoy debe reflexionar".

A continuación, con el amable permiso de La Nuova Bussola, donde se publicó por primera vez el prólogo, ofrecemos a nuestros lectores una traducción de LifeSiteNews de varios extractos clave del texto del Cardenal Sarah.

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La Providencia, que dispone todo sabia y dulcemente, nos ha ofrecido el libro "La distribución de la comunión en la mano", de Federico Bortoli, justo después de haber celebrado el centenario de las apariciones de Fátima. Antes de la aparición de la Virgen María, en la primavera de 1916, el Ángel de la Paz se apareció a Lucía, Jacinta y Francisco, y les dijo: "No tengan miedo, yo soy el Ángel de la Paz". Rezad conmigo ". (...) En la primavera de 1916, en la tercera aparición del Ángel, los niños se dieron cuenta de que el Ángel, que siempre era el mismo, sostenía en su mano izquierda un cáliz sobre el cual estaba la Hostia. suspendida. (...) Dio la Santa Hostia a Lucía, y la Sangre del cáliz a Jacinta y Francisco, que permanecieron de rodillas, diciendo: "Tomen y beban el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajados por los hombres ingratos. Reparen sus crímenes y consuelen a su Dios ". El Ángel se postró de nuevo en el suelo, repitiendo la misma oración tres veces con Lucía, Jacinta y Francisco.

El Ángel de la Paz, por lo tanto, nos muestra cómo debemos recibir el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. La oración de reparación dictada por el Ángel, por desgracia, no es nada obsoleta. Pero, ¿cuáles son los ultrajes que recibe Jesús en la Santa Hostia, para los cuales tenemos que reparar? En primer lugar, están los ultrajes contra el sacramento mismo: las horribles profanaciones, de las que algunos ex conversos satanistas han informado y ofrecen descripciones horripilantes. Las Comuniones sacrílegas, no recibidas en el estado de la gracia de Dios, o no profesando la fe católica (me refiero a ciertas formas de la llamada "intercomunión"), también son ultrajes. En segundo lugar, todo lo que podría evitar la fecundidad del Sacramento, especialmente los errores sembrados en las mentes de los fieles para que ya no crean en la Eucaristía, es un ultraje para Nuestro Señor. Las terribles profanaciones que tienen lugar en las llamadas "misas negras" no hieren directamente a Aquel que en la Hostia es agraviado, y termina sólo en los accidentes del pan y el vino.

Por supuesto, Jesús sufre por las almas de aquellos que lo profanan, y por quienes derrama la Sangre que tan miserable y cruelmente desprecian. Pero Jesús sufre más cuando el don extraordinario de su Presencia Eucarística divina-humana no puede traer sus efectos potenciales a las almas de los creyentes. Y así podemos entender que el ataque diabólico más insidioso consiste en tratar de extinguir la fe en la Eucaristía, sembrando errores y fomentando una forma inadecuada de recibirlo. 



La guerra entre Miguel y sus Ángeles por un lado, y Lucifer por el otro, continúa en los corazones de los fieles: el objetivo de Satanás es el sacrificio de la Misa y la presencia real de Jesús en la Hostia consagrada. Este intento de "robo" sigue dos pistas: la primera es la reducción del concepto de "presencia real." Muchos teólogos persisten en burlarse o desairar el término "transubstanciación" a pesar de las constantes referencias del Magisterio (...) (Nota: otra alusión a los teólogos de Bergoglio que están poniendo en duda dicha transubstanciación)

Veamos ahora cómo la fe en la presencia real puede influir en la manera en que recibimos la Comunión, y viceversa. Recibir Comunión en la mano sin duda implica una gran dispersión de fragmentos. Por el contrario, la atención a las migas más pequeñas, el cuidado en purificar los vasos sagrados, no tocar la Hostia con las manos sudorosas, todo se convierte en profesiones de fe en la presencia real de Jesús, incluso en las partes más pequeñas de las especies consagradas: si Jesús es la sustancia del pan eucarístico, y si las dimensiones de los fragmentos son solo accidentes del pan, ¡es de poca importancia cuán grande o pequeña es una pieza de la hostia! ¡La sustancia es la misma! ¡Es él! Por el contrario, la falta de atención a los fragmentos nos hace perder de vista el dogma. Poco a poco, el pensamiento puede prevalecer gradualmente: "Si incluso el párroco no presta atención a los fragmentos, si administra la comunión de tal manera que los fragmentos se puedan perder, entonces significa que Jesús no está en ellos, o que Él está 'hasta cierto punto' ".

La segunda pista en la que se ejecuta el ataque contra la Eucaristía es el intento de eliminar el sentido de lo sagrado de los corazones de los fieles. (...) Mientras que el término "transubstanciación" nos señala la realidad de la presencia, el sentido de lo sagrado nos permite vislumbrar su unicidad y santidad absolutas. ¡Qué desgracia sería perder el sentido de lo sagrado precisamente en lo más sagrado! ¿Y cómo es posible? Al recibir comida especial de la misma manera que la comida ordinaria. (...)

La liturgia se compone de muchos pequeños rituales y gestos, cada uno de ellos es capaz de expresar estas actitudes llenas de amor, respeto filial y adoración hacia Dios. Precisamente por eso es apropiado promover la belleza, la idoneidad y el valor pastoral de una práctica desarrollada durante la larga vida y tradición de la Iglesia, es decir, el acto de recibir la Sagrada Comunión en la lengua y arrodillado. La grandeza y la nobleza del hombre, así como la máxima expresión de su amor por su Creador, consiste en arrodillarse ante Dios. Jesús mismo oró de rodillas en presencia del Padre. (...)

En este sentido, me gustaría proponer el ejemplo de dos grandes santos de nuestro tiempo: San Juan Pablo II y Santa Teresa de Calcuta. Toda la vida de Karol Wojtyla estuvo marcada por un profundo respeto por la Sagrada Eucaristía. (...) A pesar de estar exhausto y sin fuerzas (...) siempre se arrodillaba ante el Santísimo Sacramento. No pudo arrodillarse y ponerse de pie solo. Necesitaba que otros doblaran sus rodillas y lo levantaran. Hasta sus últimos días, quiso ofrecernos un gran testimonio de reverencia por el Santísimo Sacramento. ¿Por qué somos tan orgullosos e insensibles a las señales que Dios mismo nos ofrece para nuestro crecimiento espiritual y nuestra relación íntima con Él? ¿Por qué no nos arrodillamos para recibir la Sagrada Comunión según el ejemplo de los santos? ¿Es realmente tan humillante inclinarse y permanecer arrodillado ante el Señor Jesucristo? Y sin embargo sin dejar de ser Dios, [...] "se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, y muerte en cruz" (Filipenses 2: 6-8).


¿Por qué insistimos en recibir la comunión de pie y en la mano? ¿Por qué esta actitud de falta de sumisión a los signos de Dios? 


Que ningún sacerdote se atreva a imponer su autoridad en este asunto rechazando o maltratando a los que desean recibir la Comunión arrodillados y en la lengua. Vayamos como niños y recibamos humildemente el Cuerpo de Cristo de rodillas y en nuestra lengua. Los santos nos dan el ejemplo. ¡Son los modelos a imitar que Dios nos ofrece! ¿Pero cómo puede ser tan común la práctica de recibir la Eucaristía en la mano? La respuesta se nos da, y cuenta con el respaldo de documentación nunca antes publicada que es extraordinaria en su calidad y volumen, por Don Bortoli. Fue un proceso que fue todo menos claro, una transición de lo que la instrucción Memoriale Domini concedió, a lo que hoy es una práctica tan extendida (...)

Desafortunadamente, al igual que en el lenguaje latino, también con una reforma litúrgica que debería haber sido homogénea con los ritos anteriores, una concesión especial se ha convertido en la trampa para forzar y vaciar la caja de los tesoros litúrgicos de la Iglesia. El Señor conduce los senderos correctos, no por subterfugios. Por lo tanto, además de las motivaciones teológicas mostradas anteriormente, también la forma en que se extendió la práctica de la Comunión en la mano parece haber sido impuesta no según los caminos de Dios. Puede que este libro aliente a los sacerdotes y fieles que, movidos también con el ejemplo de Benedicto XVI, que en los últimos años de su pontificado quiso distribuir la Eucaristía en la boca y de rodillas, a desear administrar o recibir la Eucaristía de esta manera, que es mucho más adecuada para el Sacramento mismo.

Espero que pueda haber un redescubrimiento y promoción de la belleza y el valor pastoral de este método. En mi opinión y juicio, esta es una pregunta importante sobre la cual la Iglesia de hoy debe reflejar. Este es otro acto de adoración y amor que cada uno de nosotros puede ofrecer a Jesucristo. Estoy muy contento de ver a tantos jóvenes que eligen recibir a nuestro Señor tan reverentemente de rodillas y en sus lenguas.


Ojalá el trabajo del padre Bortoli fomente un replanteamiento general sobre la forma en que se distribuye la Sagrada Comunión. Como dije al principio de este prefacio, acabamos de celebrar el centenario de Fátima y nos alienta a esperar el triunfo seguro del Inmaculado Corazón de María que, al final, la verdad sobre la liturgia también triunfará. 



* Card Sarah es Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos

(Informa LifeSiteNews:
https://www.lifesitenews.com/news/cardinal-sarah-we-need-to-rethink-the-way-communion-is-distributed)

jueves, 22 de febrero de 2018

Halloween, brujas, demonios y ocultismo ¿Cómo protegerse en la lucha espiritual?

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Halloween está asociado con brujería, fantasmas, espíritus malignos, demonios, magia negra y rituales de sacrificios. Aprende a protegerte  


Con Halloween a la vuelta de la esquina, ¿podríamos preguntarnos si los demonios y los espíritus malignos son reales? La Iglesia nos da una respuesta autorizada en el Catecismo de la Iglesia Católica:

"Satanás o el diablo y los otros demonios son ángeles caídos que se han rehusado libremente a servir a Dios y a su plan. Su elección contra Dios es definitiva. Intentan asociar al hombre en su rebelión contra Dios". (CIC 414)

Si en alguna ocasión te has pregunta si los demonios son solo una noción pasada de moda en la que la gente moderna inteligente no cree en la actualidad, o simplemente una convención literaria, entonces déjame decirte que te podría interesar leer un par de libros espeluznantes llamados: "Entrevista con un exorcista: Una mirada del iniciado al demonio, la posesión demoníaca y el camino a la liberación" por el padre. José Antonio Fortea y otro también titulado: "Un exorcista cuenta su historia" por el fallecido Padre Gabriele Amorth.

Estos libros son encuentros muy reveladores en vivo con demonios hoy por fuentes creíbles (es decir, sacerdotes exorcistas) y dan mucha información sobre cómo protegernos de los espíritus malignos y lo que los demonios pueden y no pueden hacer.

Aquí en la tierra, estamos en plena guerra espiritual, y tiene sentido conocer un poco más sobre nuestros enemigos espirituales para que podamos estar mejor preparados para combatirlos (sin realmente enfocarnos en ellos, o estar obsesionados, o demasiado asustados de ellos o culparlos de todo)

Por ejemplo:

¿Sabías que los ángeles y los demonios no pueden leer nuestros pensamientos a menos que dirijamos nuestra atención hacia ellos con la idea de comunicarnos con ellos?

¿Sabías que hay personas que están poseídas hoy y qué es lo que se necesita para conseguir la liberación de esos espíritus malignos, maldiciones, etc.?

¿Sabías que hay otras formas de opresión demoníaca además de la posesión?
Algunas cosas muy peligrosas en la que no debemos adentrarnos y evitar a toda costa incluyen hechizos, hechicería, maldiciones, brujería, tabla Ouija, sesiones de espiritismo y todo lo que tenga que ver con el ocultismo.

Este tipo de cosas, algunas de ellas hechas inocentemente en fiestas infantiles, no solo están estrictamente prohibidas por la fe católica, sino que son muy peligrosas, ya que abren las puertas a espíritus demoníacos, que son muy reales.

Por favor, nunca permitas que tus niños / adolescentes asistan a fiestas (especialmente populares en fiestas de pijamas) donde hay sesiones de espiritismo y ouija y/o juegos con hechizos y brujería.

Pregunte de antemano qué es lo que se hará en ese tipo de reuniones antes de permitir que sus hijos asistan a fiestas.

La brujería y los hechizos son cada vez más populares debido a los libros y las películas y, de alguna manera, debemos proteger a nuestros hijos de estos peligros sin dejarlos fascinados por este tema ni hacer que parezcan interesantes para ellos.

Veamos qué nos dice el Catecismo de la Iglesia sobre la Adivinación y Magia

CIC n° 2115: "Dios puede revelar el porvenir a sus profetas o a otros santos. Sin embargo, la actitud cristiana justa consiste en entregarse con confianza en las manos de la providencia en lo que se refiere al futuro y en abandonar toda curiosidad malsana al respecto. Sin embargo, la imprevisión puede constituir una falta de responsabilidad".

CIC n° 2116:  "Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone “desvelan” el porvenir (cf Dt 18, 10; Jr 29, 8). La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a “mediums” encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios".

CIC n° 2117: "Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo - aunque sea para procurar la salud -, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible. El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legítima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo".
¿Por qué se siente atracción por la brujería y/o prácticas ocultas?
La respuesta, suele ser que se busca algún tipo de poder, control o algún tipo de conocimiento oculto del otro mundo o del futuro... en otras palabras, tener algo del poder que generalmente le pertenece a Dios. Esta es una tentación.

La serpiente en el Jardín del Edén tentó a Eva y dijo: "...seréis como dioses..." (Génesis 3,5); sin embargo, al hacer lo que dijo el demonio, ella no se volvió como Dios, sino que perdió todas las bendiciones de Dios.

La realidad es que somos criaturas y mientras que Dios nos dio algo de poder, es limitado y dependemos de Dios por todo lo que somos y tenemos.

Protección de los Ángeles buenos
Los ángeles buenos también existen, y son conocidos como nuestros ángeles guardianes. San Miguel, el Arcángel y los otros ángeles buenos luchan contra Satanás y los espíritus malignos.

El nombre "Miguel" significa "¿quién es como Dios?" (lo que implica que nadie es como Dios en contra de la tentación de Satanás). Nuestro ángel guardián nos ayuda a protegernos de los peligros espirituales y naturales.

Si te interesan las películas de terror, los fantasmas y los duendes y quieres la historia real sobre demonios, etc., podrías estar interesado en leer relatos de primera mano y conclusiones de los dos sacerdotes católicos exorcistas mencionados anteriormente, ya que a veces la verdad es aún más extraña y más aterrador que la ficción.

Sin embargo, si nos mantenemos en la gracia de Dios, realmente no tenemos nada que temer, ya que el demonio no puede obligarnos a pecar.

Dios limita el poder que el demonio tiene sobre nosotros, y no se nos permite ser tentados más de lo que Dios nos da la gracia para resistir.

El demonio solo puede hacer lo que Dios le permite o le permitimos que haga. Rehúsate a cooperar voluntariamente con él y a abrirles las puertas a espíritus malignos mediante prácticas ocultas.

Realmente hay un infierno y espíritus malignos, y no queremos pasar la eternidad allí, así que no tengamos nada que ver con lo oculto mientras estamos aquí en la tierra.

Si has estado involucrado en algo relacionado con el ocultismo, debes inmediatamente acudir a la confesión y, si es necesario, debes conocer más sobre cómo ser liberado de cualquier efecto persistente a través de oraciones de liberación.

En el raro caso de sospecha de posesión, el exorcismo solo debe intentarlo alguien autorizado por la Iglesia. (Las personas normales no deberían intentar algo así por sí mismas.)

Usar medallas bendecidas, escapularios, agua bendita y otros sacramentales también son útiles cuando se usan con fe en Dios y no como una superstición.

Halloween en nuestra cultura secular, está asociado con brujas, fantasmas, espíritus malignos, demonios, etc. pero es realmente la fiesta de la víspera del día de Todos los Santos y de ahí viene su nombre (es decir, All Hallows Eve).

Mientras que es bueno saber que el demonio y los espíritus demoníacos existen para que podamos permanecer lejos de ellos, en su mayor parte, deberíamos mantener nuestro enfoque principalmente en Dios y en todas las cosas buenas que la Biblia nos dice que hagamos

Adaptación y traducción por Qriswell J. Quero, del artículo publicado en: Spiritual Direction, autor: Kathryn Marcellino
Qriswell Quero rostro perfil pildorasdefeQriswell Quero de Pérez, es venezolano viviendo en Ecuador, felizmente casado, ingeniero en electrónica y misionero de la fe. Comprometido con anunciar el Evangelio y los buenos valores familiares. Entregado al servicio en todos los aspectos de mi vida. Mi lema es: Quien a Dios tiene nada lo detiene.
(https://www.pildorasdefe.net/aprender/fe/halloween-brujas-demonios-ocultismo-como-protegerse-en-la-lucha-espiritual)

sábado, 17 de febrero de 2018

Mons. Pedro Casáldiga, subversivo confeso. Nada para alabar


Mons. Pedro Casáldiga, subversivo confeso.
Nada para alabar.

¿Cómo distinguir las experiencias «sobrenaturales» verdaderas? Teólogo y exorcista dominico lo explica en este libro


 


Secretaría RIES, el 15.02.18 

Cuando alguien recibe una revelación particular, oye algún mensaje sobrenatural o es testigo de una aparición… ¿cómo puede saber si se trata de una alucinación o un problema mental? Y si el origen no es natural, ¿cómo discernir si viene de Dios o del demonio? Por otra parte, ¿cómo se diferencia a un vidente cristiano de un médium?

A todas estas preguntas contesta el libro Místicos, videntes y médiums. Análisis comparativo entre las diversas experiencias del más allá, escrito por el sacerdote dominico y exorcista François-Marie Dermine. Un libro que fue publicado en 2002 por la Libreria Editrice Vaticana (la editorial de la Santa Sede) y que por fin puede leerse en español.

La traducción ha estado a cargo del P. Rafael María Rossi, dominico argentino e integrante de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). Unos meses después de publicarse la edición argentina, la RIES ha hecho posible su difusión también en España.

El autor y su obra
El P. François-Marie Dermine O.P. (Saint-Hyacinthe, Canadá, 1949) es sacerdote dominico y doctor en Teología, profesor de Teología en la Facultad Teológica de Emilia-Romaña y exorcista de la Diócesis de Ancona. En 1984 fue cofundador del GRIS (Grupo de Investigación e Información Sociorreligiosa), del que actualmente es presidente.


En este libro nos explica con fuerza científica y teológica lo que hay de cierto y de falso en las prácticas religiosas de relación con el más allá: Dios, los ángeles (buenos o malos), los “espíritus” (así en general) y las almas de los difuntos, estén en el Cielo, en el Purgatorio o en el Infierno. Como Dante lo hiciera por medio de la literatura teológica, aquí caminaremos por las sendas de las ciencias, aunque siempre iluminados por la luz de la Revelación.
Espiritismo clásico y New Age (médiums), chamanismo, filosofías y prácticas esotéricas, éxtasis y vacío mental, supersticiones; judaísmo, islam, neoplatonismo pagano… para finalmente encontrarnos con los verdaderos místicos cristianos, reconocidos por la Iglesia y por la Tradición.

Su investigación, a lo largo de 395 páginas, abarca un amplio arco de ciencias relacionadas con el tema, tanto de Oriente como de Occidente, pero lógicamente conoce mejor el “más allá” occidental que el oriental, sobre el cual incursiona como “de lejos”.

Tenemos un libro profundo y a la vez útil para la tarea cuasi cotidiana de los sacerdotes, la sutil tarea del discernimiento espiritual, para descubrir lo que es de Dios, lo que es del hombre y lo que es del diablo, “que anda rondando como león rugiente, buscando a quién devorar”.

Cómo adquirir el libro
La RIES ha publicado una edición limitada que puede adquirirse contactando directamente con su Secretaría para España (ries.secr@gmail.com) al precio de 15 euros (más 5 euros de gastos de envío para el territorio nacional).

Las personas que tengan interés en esta obra en América Latina, pueden dirigirse a la librería que lo distribuye desde Córdoba (Argentina): Lectio (tel. 0351 - 424 0578, librerialectio@arnet.com.ar).
(http://www.infocatolica.com/blog/infories.php/1802150106-icomo-distinguir-las-experien)