Tres grandes enemigos han formado alianza para condenar su alma al infierno después de su muerte, los cuales son: el mundo, el demonio y la carne.
Usted vive en la tierra por un motivo muy claro: amar y servir a Dios Nuestro Señor en esta vida para verle y gozarle en la eternidad.
Después de la muerte hay dos caminos para Usted: el cielo o el infierno; Usted después de su muerte será un santo o un demonio para siempre.
El fin de su vida, sus tres grandes enemigo, lo que pasará con Usted después de la muerte; no esta sujeto a su elección, no se trata si Usted gusta o no gusta, sencillamente es una realidad, Usted esta en una guerra ineludible.
Querer vivir en paz, tranquilo, sin problemas es una ilusión e ignorancia: 'Vita hominum militia est', la vida del hombre es milicia sobre la tierra, escribe el santo Job.
ANOTACIONES
1º ¿QUÉ ES USTED? ¿POR QUÉ VIVE AQUÍ Y AHORA?
Usted por el santo bautismo, por la fe verdadera y por la gracia de Dios es hijo adoptivo de Dios; por lo cual debe consagrar su vida a salvar su alma amando a Dios por sobre todas las cosas, incluso sobre Usted mismo, renunciando a todo lo que le aparta de Dios.
Usted vive para hacerse santo o demonio; el camino para el cielo es la cruz, la tribulación, la abnegación, la lucha del día a día.
La multitud de las personas, incluso de los malos católicos, están infestados de las ideas del mundo, del demonio y de la carne, que les dicen: Dios es tan bueno que todos se van a salvar sin hacer nada, hay que vivir a gusto, tranquilos, cada quien su vida y al morir todos al cielo aunque no se confiesen y no recen.
2º SE DEBE TRABAJAR EN USTED.
Un error generalizado es querer dirigir el mundo, corregir a los demás, señalar, criticar, olvidándose de lo más importante: su santificación de Usted. "Vela sobre ti, despiértate a ti, amonéstate a ti, y, sea de los otros lo que fuere, no te descuides de ti." Imitación de Cristo, Libro I, capítulo 25.
El cielo o el infierno no es un juego de azar, un deseo, una ilusión; aquí las cosas cuestan y se debe trabajar con inteligencia, con voluntad y con muchísima fe en la palabra de Dios.
El trabajo se materializa en oración de la mañana y de la noche, santo Rosario, confesión bien hecha, santa misa verdadera, estudio de la doctrina católica, apartarse de lo que le aparta de Dios.
Importante: con echarle la culpa a los demás, con gritos, enojos, tristezas, llanto u olvido de la realidad, las cosas del alma se empeoran; ocupa ubicarse en la realidad y empezar por Usted, olvídese del mundo entero, Usted arregle su vida, nunca será mucho o exageración.
3º EL SANTO ROSARIO.
Debe pensar en serio, tomar decisiones como persona madura, dejar las ilusiones piadosas, las fantasías o ilusiones, y ubicarse 'hic et nunc' aquí y ahora; Usted si no trabaja y si no le echa ganas puede ser un demonio después de su muerte.
Le aconsejo piadosamente, rezar todos los días el Santo Rosario, busque la mejor hora del día, donde Usted este tranquilo, mente fría, y pueda elevar su alma a Dios sin prisas, con atención y devoción.
Con tan sólo el rezo del Santo Rosario bien hecho todos los días, Usted puede salvar su alma, ser un santo después de su muerte por el poder de la Bienaventurada Siempre Virgen María.
"Aún cuando os hallaseis en el borde del abismo o tuvieseis ya un pie en el infierno; aunque hubieseis vendido vuestra alma al diablo; aun cuando fueseis un hereje endurecido y obstinado como un demonio, tarde o temprano os convertireis, con tal que recéis devotamente todos los días el Santo Rosario hasta la muerte." San Luis María G. de Montfort, El Secreto del Rosario.
Ánimo hermano pecador, a trabajar en bien de nuestra salvación eterna con el Santo Rosario, no se desanime por sus pecados involuntarios, poco a poco las cosas se van a componer mientras no abandone el Santo Rosario.
Dios le bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario